Me
duele enormemente lo que está ocurriendo en Pescanova. Me duele por la parte de
pequeño inversor, y que conste que no tengo acciones de la empresa, pero en
momentos puntuales las he tenido, y pienso que podía estar en la misma situación
que viven los pequeños inversores “pillados” dentro de la empresa.
Leyendo
los distintos artículos que se están publicando, y las negociaciones que se están
llevando a cabo, resulta que los pequeños inversores van a perder prácticamente
todo lo invertido en Pescanova.
La
opción que gana más peso, es que los que se queden con Pescanova, realicen una
operación acordeón para tomar el control de la mayor parte de la empresa
resultante.
Esa
operación consistiría en reducir el capital social de la empresa, para después
realizar una ampliación de capital en la que saldrían beneficiados los grandes
inversores, por otra parte algo lógico, pero no deja de ser un juego en el que
la mayoría sale perjudicada.
En esas
están el grupo Damm, que parece que es que tiene más papeletas para quedarse
con Pescanova y los bancos. Damm propone aportar 250 millones de euros, quedándose
con el 51% de la empresa, y que los bancos realizaran una quita del 80% de la
deuda a cambio de un 49% más o menos de la empresa. Los bancos no lo ven tan
claro, piden que la oferta sea mejor, algo normal.
Lo que
se están planteando algunos pequeños inversores, es que si no sería mejor
liquidar la empresa y repartirse lo que quedara. Aunque eso también llevaría aparejado otros dramas humanos, como son la de muchas personas despedidas de sus actuales empleos.
El
problema siempre surge en los casos extremos, y que espero que cualquier lector
de este blog nunca le ocurra, hay gente que metió “demasiado dinero” en
Pescanova y ahora tiene grandes problemas.
No se
pueden poner todos los huevos en la misma cesta, es un factor de “riesgo” que
como pequeños inversores no nos podemos permitir.
¿Qué ocurrirá
con Pescanova? Probablemente no volvamos a ver a la empresa de alimentación por
mucho tiempo cotizando en la bolsa española.